¿Por Qué Lo Llamamos Productividad Cuando Queremos Decir Felicidad? Las bases que guían FAST®

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Foto by @joaquin_pena

¿Qué cambiarías en tu vida si pudieras volver a empezar?

Esta pregunta es la que hacía la enfermera Bronnie Ware a los enfermos terminales que cuidaba. En su libro «The Top Five Regrets of the Dying – A Life Transformed by the Dearly Departing» enumera las 5 respuestas más comunes:

  1. Ojalá hubiese tenido el coraje de vivir la vida que yo quería y no la que los demás esperaban de mí.

  2. Ojalá no hubiese trabajado tanto.

  3. Ojalá hubiese tenido el coraje de expresar mis sentimientos.

  4. Ojalá hubiese mantenido el contacto con mis amigos.

  5. Ojalá me hubiese permitido ser más feliz.

El término «productividad» está de moda. Tenemos una obsesión por ser productivos y hacer cada vez más cosas. Pero parece que conforme vayan pasando los años y nos veamos en los últimos días de nuestra vida iremos cambiando de opinión.

Las técnicas de productividad suelen estar vinculadas a mejorar nuestros resultados profesionales/laborales, pero el punto «2. Ojalá no hubiese trabajado tanto«, hace que no nos quede más remedio que preguntarnos:

¿No estaremos equivocados al buscar la felicidad

y una vida mejor a través de ser más productivos?

¿No es la productividad una forma de buscar la felicidad?

Bajo mi punto de vista, las técnicas, metodologías y trucos de productividad no son más que herramientas que algunos buscamos para acercarnos más a nuestros objetivos y así, gracias al cumplimiento de éstos, ser más felices. Pero lo que acabamos consiguiendo es hipotecar nuestra felicidad a condición de cumplir esos objetivos:

Seré feliz cuando termine este proyecto,
seré feliz cuando gane «x» euros al mes gracias a ese ascenso que tanto me estoy currando,
seré más feliz cuando por fin consiga ….

El descubrimiento de Bronnie Ware no puede ser ignorado y numerosos estudios como el University of Chicago’s General Social Survey realizado desde 1972 (ver este artículo del New York Times para más detalles), confirman que la felicidad no se encuentra donde muchos la buscamos. Estos estudios realizados arrojan conclusiones que confirman los descubrimientos de la enfermera:

No existe ningún tipo de relación entre los niveles de felicidad y los logros económicos (siempre que no impliquen salir de la pobreza).
Además, la felicidad derivada de los logros es efímera, sólo dura unos pocos meses tras su consecución.

Estoy convencido de que una vida sin propósito, sin objetivos, no puede ser plena, aunque también es cierto que la felicidad es un estado mental y no el resultado de tus logros pasados o futuros.

El principal problema reside en que siempre queremos más, todo es mejorable. Siempre vendría mejor un poco de más dinero, tiempo, espacio en casa, una mejor posición en el trabajo, un coche más grande, …. Pero, cuando lo conseguimos volvemos a subir el listón y nos convertimos en el burro que corre tras la zanahoria.

Creo que las metodologías de productividad pasan de puntillas por los puntos descubiertos por Bronnie, cuando en mi opinión, tienen incluso más importancia que el hecho de aumentar nuestra productividad, así:

buscar el ser más productivo para ser más feliz no es suficiente

¿Cómo ser más feliz a través de la productividad?

Es una pregunta complicada en la no estoy convencido de tener una respuesta y sobre la que aún sigo intentando aprender, pero por mi experiencia creo que hay ciertos principios inmutables que deben estar presentes para alcanzar nuestro fin:

  • Usar la productividad para plantear y conseguir objetivos con significado: Pasamos un porcentaje muy alto de nuestra vida trabajando y esto no podemos ignorarlo. Si vamos a emplear más de un tercio de nuestra vida trabajando, hagámoslo para que sume a nuestra felicidad y no sólo porque es necesario para poder comer y pagar la hipoteca. Según la literatura sobre el tema parece haber una constante: los «trabajos» que realmente aportan a tu felicidad son aquellos que te permiten ayudar a los demás de algún modo y hacer del mundo un lugar mejor. Como se deriva de los descubrimientos de B. Ware en el punto 1:

    Vive tu vida para contentarte a ti mismo a través de ayudar a los demás, no para hacer lo que los demás esperan de ti.

  • Disfrutar de las relaciones personales: Dicen que no hay un porcentaje de personas felices mayor entre los ricos que entre la clase media o pobres. Pero un estudio reciente de la Universidad de Rotterdam publicado en la revista Journal of Research in Personality muestra que las personas que son más abiertas y más propensas a establecer relaciones sinceras con los demás son más felices. Ya lo dice la enfermera, si no cambiamos nada, algún día acabaremos deseando haber pasado más tiempo con los amigos y demostrando nuestro afecto a las personas queridas. Así que creo que otro de los puntos clave consiste en disfrutar de las relaciones personales. Como podemos aprender en el libro «La Pirámide Hueca» la felicidad consiste en equilibrar los 4 tipos de relaciones personales:

    Contigo mismo: Trabajo y Hobbies
    Con los demás: Pareja y Familia/Amigos

  • Disfrutar de tu situación actual y no posponer tu vida: el mindfullness, yoga, el movimiento Slow, La Gestalt, … todas son corrientes muy de moda en la actualidad que nos invitan a silenciar nuestro diálogo interior y a estar más presentes en el momento actual. La vida la vives hoy, ahora, justo en este instante y no teniendo tu mente en el momento futuro que está justo tras cumplir ese objetivo por el que luchamos, o lamentándote por lo que no sucedió como esperabas en el pasado. O lo que es lo mismo, no caigas en el punto 5:

    permítete ser feliz, pero hoy y ahora.

  • Poner el listón futuro muy alto, pero ignorar lo lejos o cerca que estés del listón en el presente: si apuntas alto y te quedas a medias llegarás más lejos que si apuntas bajo y te quedas a medias. Pero esto no puede convertirse en una obsesión. Desglosa esos grandes objetivos en objetivos más pequeños hasta convertirlos en siguientes acciones y disfruta del camino mientras lo andas.

Si ya eres un ninja de la productividad, intenta añadir estos principios a tu lista de proyectos/objetivos y conviértelos en siguientes acciones. Es un enfoque un poco anti-natura, pues creo que los puntos anteriores son más un esquema de prioridades que un plan de acción, pero si ya has incorporado los hábitos productivos a tu día a día, te puede ayudar incorporarlos a tu sistema de organización.

Hace tiempo que comencé a hacerlo y en los últimos años he conseguido ir haciendo cambios, lentamente, pero si comparo mi estado actual con el de hace 6 años, el cambio ha sido radical.

Lo importante es seguir dando pasos día a día para acercarnos cada vez más a una vida realmente equilibrada y feliz utilizando las herramientas de mejora de la productividad como una pieza más del puzle a resolver.

 

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6 comentarios

  1. Enhorabuena por el post Joaquín. Precisamente en este momento me ha ocurrido un pequeño contratiempo profesional y tu entrada me ha servido a modo de reflexión:

    Personalmente, hay dos frases que me gusta recordarme para intentar ser más productivo:
    «No vivas para trabajar, sino trabaja para vivir»
    «Sólo me arrepiento de lo que he hecho»
    Me gusta pensar que soy más productivo si soy feliz (y realmente es así). Y esa felicidad hay que encontrarla equilibrando la familia, la pareja, el trabajo, el ocio y las amistades. No por trabajar más, vamos a ser más productivos (todo lo contrario). Es más: trabaja mucho y verás que te faltan otros aspectos para ser feliz, y que no tardarán en afectar a tu productividad.
    Para ser más productivo, hay que ser feliz, y para serlo, hay que disfrutar de aquello que nos rodea. «No te arrepientas de lo que no hiciste, no pudiste o no quisiste hacer….sino de lo que has hecho»

    ¡Saludos!

  2. Gracias por tu comentario Manuel!
    Creo que es de vital importancia lo que comentas y más para aquellos a los que nos «interesan» las técnicas de mejora de productividad, pues eso implica que buscamos algo en las mismas: ser mas eficientes en el trabajo.

    Me gusta mucho la frase que compartes «no vivas para trabajar, sino trabaja para vivir». Es una buena filosofía a la que si le añadimos la preocupación por «hacerlo bien» en le trabajo, nos puede ayudar a no despistarnos de lo que importa realmente … nuestra vida *al completo* ;-)

  3. Me ha gustado mucho esta entrada (y realmente las anteriores también). Mi motivación para aprender GDT, que estoy iniciando hace escasas semanas, es aprender a aprovechar mi tiempo de trabajo y LIBERAR mi mente para poder disfrutar de mi tiempo de no trabajo (familiar y personal también!). Creo que las personas más felices son las que tienen tiempo para todo, pero por experiencia no se pueden «solapar tareas» de forma «compulsiva». Cuando me vi nerviosa deseando que mi hijo terminara un puzzle para poder coger el tlf para contestar un mail del trabajo entendí que no iba por buen camino. Vino a mi mente una frase de una magnífica profesora: «haz lo que haces» … Con la filosofia GDT que Joaquín me ha hecho descubrir, parece que es posible!! aunque aún queda mucho por recorrer!!! Gracias!!!

  4. Blanca sigue avanzando que seguro que iras notando los resultados. A mi ésto me cambió la vida y estoy seguro que tendrás éxito en tu empeño. Yo por mi parte seguiré escribiendo para intentar transmitir lo que he aprendido y ayudaros a evitar los errores que he cometido para que se os haga más facil el camino hacia la felicidad (tarea díficil, pero a la que intentaré poner mi granito de arena).

  5. La productividad personal es un producto para vender, existen profesionales que venden su experiencia y sus conocimientos para que altos directivos y personal profesional cargado de estrés pueda encontrar un sentido más tranquilo en su día a día. Así se considera un producto de élite entre los mortales que buscamos la propia autoayuda para pelearnos no sólo con la vida profesional o personal, sino con la vida en general, porque el estrés y el exceso de compromiso nos consume el día a día.

    La productividad personal debería enseñarse desde el colegio, cuando desde niños nos debatimos en como aprender «»»hacer»»» las cosas, como seguir escalando en la vida, donde somos una tabla rasa para adquirir conocimientos y los nuevos hábitos para que en el mañana nos sea mucho más fácil lidiar con la vida, así podríamos cambiar el término de» productividad personal» por «crecimiento personal».

    Tenemos una única vida, de nosotros depende tener el control y decidir que hacemos con ella, la productividad personal es una forma de ser frente a la vida.

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