La Madurez En Productividad Te «Saca» De Las Metodologías – Mis Conclusiones De #CafeyProductividad

En el último encuentro de productividad llamado café y productividad que se celebró en Barcelona hace unos días nos juntamos un grupo de bloggers expertos para discutir sobre el tema. Jeroen Sangers, uno de los pioneros en productividad en castellano y organizador del evento planteó el debate sobre el uso de metodologías de productividad de manera muy interesante haciendo que cada asistente defendiera la postura contraria que suele defender en redes.

Dos posturas ante las metodologías de productividad

Me pareció un formato muy acertado pues últimamente el debate en productividad en castellano se está polarizando bastante entre dos ideas:

  • Hay que seguir una metodología a rajatabla y tener un compromiso muy fuerte para conseguirlo, principalmente apoyado por bloggers adeptos a la metodología GTD
  • Los que pensamos que las técnicas de productividad «dependen» de muchas factores (características personales, características de tu puesto de trabajo, cómo de bien o mal sientes que te organizas ahora, etc.) y que hay distintos niveles de compromiso motivados por estos factores, y NO por ello las personas que no están dispuestas o motivadas a aplicar una metodología en toda su extensión ya pierden la opción de mejorar su vida.

Mi opinión

out-of-boxJeroen, abrió el evento indicando que cada día tenía menos claro que hubiera una única forma de organizarse para todas las personas, basado en su experiencia de muchos años ayudando a otros a ser más productivos. Mi opinión tras 10 años en el tema no puede coincidir más con él al igual que ocurrió con un nutrido subgrupo de los asistentes… Aunque no siempre ha sido así. En mis inicios pensaba que había que aplicar la metodología al 100%, principalmente GTD,  pero con los años, aunque creo que GTD es la metodología más completa y más efectiva de las que conozco,  he llegado a la conclusión de que, tal cuál es:

  • no es válida en toda su extensión para todos los casos,
  • le falta profundidad y modernización en muchos aspectos,
  • su implantación no es rápida y la propia metodología no te explica como recorrer el camino (cuantificado por la mayoría de los usuarios que han implantado GTD en el rango de años)
  • y que no todas las personas encajan bien con sus esquemas de funcionamiento.

Para mi ser productivos no es una opción para unos pocos o unos muchos elegidos que tienen la suerte de tener claro que tienen que implantar ese modo de funcionamiento y recorrer todo el camino, sino más bien que los bloggers en productividad debemos llegar al máximo número de personas, motivadas y no tan motivadas, comprometidas o no comprometidas, ayudándoles a ver que es rentable y positivo empezar a trabajar en su productividad personal.

La madurez en productividad concreta en: solo sé que no sé nada

Te cuento mi evolución pues al observar a otros con los que trabajo o leo en distintos blogs veo que todos acabamos teniendo una evolución similar. Cuando aplicas metodologías de productividad por años llegas (ya casi 10 en mi caso) a un punto en el que acabas madurando y te das cuenta de aspectos que pueden ser muy interesantes para los iniciados y que seguro te pueden ayudar a recorrer el camino de la productividad de forma más eficaz.

Como hemos dicho muchas veces la productividad es un camino creo que en este camino distintas etapas:

  1. Bebé: Haces algunas cosas de la metodología y empiezas a darte cuenta que tiene un efecto positivo en tu vida y te animas a continuar, pero no tienes claro de todas las cosas a hacer cuáles son cruciales y cuáles menos importantes, por lo que no aplicas todo. Incluso algunas cosas te parecen absurdas o innecesarias.
  2. Niño: Sigues avanzando pero la cosa no acaba de funcionar bien. Aquí algunos creen que la metodología no funciona cuando realmente la están aplicando a medias y culpan a la misma. Otros, como es mi caso, vemos que el problema es que no aplicamos bien las pautas de la metodología y pensamos que es culpa nuestra y seguimos intentando mejorar. En este paso los primeros abandonan, los segundos continúan. Creo que no es cuestión de compromiso como se debatió en el evento, es cuestión de a quién le hechas la culpa, si a la metodología o a ti mismo.
  3. Adolescente: Ya haces la mayoría de las cosas de la metodología y empiezas a comprender muchas cosas de la misma que antes no captabas. Pero sigue habiendo cosas que no van bien.
  4. Adulto: Te das cuenta que hay muchas más alternativas, que la metodología falla en ciertos aspectos y que hay que complementarla con otras muchas cosas. Incluso ves que la metodología te lleva a hacer las cosas usando un mismo modo de trabajo siempre, pero que existen otros modos de trabajo que para ciertas cosas son igual de productivos o incluso más. Por ejemplo, recientemente (durante Septiembre) he dejado de aplicar GTD (que llevo a rajatabla normalmente) y he conseguido unos avances espectaculares en cosas que siguiendo la metodología hubiera sido incapaz. No ha reventado nada, no me he olvidado de nada importante y al no tener un listado de siguientes acciones amplio presionando para ser terminadas, he fluido mucho más avanzando de forma no ordenada (sin anotar nada), pero muy potente. Estoy 100% convencido de que las conclusiones a las que he llegado no hubieran sido posibles con la «presión» de todos los proyectos, algún día, a la espera y siguientes acciones de GTD en el horizonte.
  5. Madurez: te das cuenta que lo importante no es la productividad sino la felicidad a través de la misma y que existen muchas otras cosas que complementan los sistemas de productividad que tienen un impacto muchísimo más directo e importantes que una metodología. Cómo suelo decir, la potencia sin control no vale de nada, o lo que es lo mismo, ser capaz de organizar extremadamente bien tus tareas, objetivos, procrastinar menos, etc. no vale de nada si por ejemplo, no duermes lo necesario, has perdido el norte con tus objetivos laborales o personales (GTD te dice que te lo pienses pero no cómo), no comes bien, no gestionas tu energía vital cargando las pilas, haces menos deporte del que deberías o no te planteas que cosas de tu vida laboral no están aportando valor a tu trabajo o incluso felicidad a tu vida. Y ninguna de estas cosas se responden o hay pautas para cubrirlas en metodologías como GTD u otras similares.

Es cierto que el pobre señor Allen no puede estar en todo o escribir un libro de 1000 páginas, pero también es cierto que hay otros muchos autores y personas con experiencia que han trabajado esos otros aspectos complementarios que son cruciales para ser productivos y en última instancia, felices.

Ante estos pasos siempre cabe la misma respuesta, si sigues bien la metodología y reflexionas de manera adecuada, deberías llegar a las conclusiones de la madurez, el problema está en que tardas demasiados años, sí, con ese, en plural…, eso si no te caes por el camino.

Así que cuando maduras aplicando metodologías de productividad y leyendo todo lo que cae en tus manos (o capturas ;-)) sobre el tema, te das cuenta que tienes que complementarlas con otras cosas y que la mayoría de la gente no está dispuesta a pasar por un proceso de años hasta llegar a las conclusiones correctas pasando por errores de todo tipo y superándolos.

Mientras más aplicas y más lees, más claro tienes que no hay una respuesta única en forma de metodología para ser productivo, aunque sí hay un conjunto amplio de principios que son aplicables de manera bastante general.

[Tweet «La #productividad es cuestión de principios, que tangibilizan con metodologías que te encajen»]

Mi conclusión: Los bloggers en productividad debemos ayudar y motivar

Los expertos en metodologías de productividad

Para mi la respuesta no es el compromiso como parte de los asistentes plantearon en el debate, sino el «depende» que planteó Jeroen cuando le pedí una conclusión del evento y que tuvimos la suerte de discutir con más tranquilidad en el café que tomamos varios de los asistentes tras el evento formal. De ese café, manzanilla en algún caso, y cerveza en otros ;-), me quedo con que lo importante para un blogger de productividad es «motivar» a otros a que sean productivos y ayudarles a concretar cuál es ese «depende» para ellos, sea metodología concreta o metodología complementada, o parte de una metodología.

Mi visión y conclusión del evento se resumen en que no vale decir «si no ejecutas la metodología a la perfección es culpa tuya no ser productivo» sino más bien:

«la productividad debe ser para todos y tenemos la obligación de definir el camino y ayudar a otros a que lo recorran de la forma más sencilla posible y a tope de motivación«.

Las palabras resumen del evento que están pensando en redes son «depende» y «compromiso»… Para mi las verdaderas palabras clave del evento son:

[Tweet «Ser Blogger en #Productividad es –Ayudar- a fijar el Depende y –Motivar- a conseguir el Compromiso»]

Si coincides conmigo, subscribeté al blog y siguiré intentando ayudarte a motivarte y a que recorras el camino de la productividad de la forma más sostenible y con sentido posible.

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2 comentarios

  1. Excelente resumen y conclusión Joaquín.
    Pero después de leerte me doy cuenta de que a los bloggers de productividad nos toca un reto inmenso, ya que no solo tenemos que explicar la metodología, que se las trae, sino que además tenemos que buscar la motivación dentro del depende de cada uno de los lectores.
    En eso creo que muchas veces no acertamos, exponemos sin más todo lo que conlleva de trabajo GTD, pero hablamos muy poco de los beneficios y cambio de chip que supone cuando lo usas bien, el tipo de cosas que te suceden cuando te vas acercando a ese nirvana de madurez.
    Tampoco creo que exista ese punto final, es más buen un camino que continuamente cambia junto con tus cambios de rumbo en la vida.
    Nos vemos en el próximo café.

  2. Gracias Samuel! Creo que si escribimos sobre productividad el objetivo no puede ser otro que el de ayudar a otros. Como bien dices no es fácil, pero no debemos tirar la toalla. Es más, el foco no debería estar en los que ya tienen claro que quieren ser más productivos, sino en los que no tienen ni idea de lo que pueden ganar.

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