El Secreto Que Nadie Te Contó Para Equilibrar Trabajo y Vida Personal

Equilibrar trabajo y vida personal es una las cuestiones que más suele preocupar a las personas con las que intercambio pautas de productividad.

En este artículo te cuento algo que para mi ha sido el secreto para balancear ambos aspectos y que pocas veces, o ninguna, he escuchado mencionar. Si quieres saber la clave para equilibrar tu vida y tu trabajo, sigue leyendo

El Ejecutivo Que Aprendió a Equilibrar su Vida y su Trabajo Sin Buscarlo

Albert era un ejecutivo de bastante éxito en una firma financiera. Muy ambicioso, Inteligente y Trabajador, llevaba años saliendo de los últimos de la oficina. Todos en casa, aunque sabían que Albert era una «Buena Persona» habían aprendido a «Dejarle su espacio cuando llegaba de la oficina» debido a su mal carácter.

Albert por su lado, estaba convencido de que se le había agriado el carácter ya que hasta la tarea doméstica más nimia le hacía perder los nervios. Incluso le molestaba que su pareja o sus hijos le hablarán.

Pero un día todo cambio de repente…

Su pareja cambio de trabajo y los nuevos horarios no dejaban otra opción: Albert debía encargarse de recoger a los niños del colegio y estar con ellos hasta la hora de la cena.

¡El carácter de Albert cambió! Empezó a disfrutar de sus hijos, a hacer tareas domésticas cómo preparar la cena de los niños o ayudarles a hacer los deberes. Y lo más increíble es que disfrutaba de ello y su carácter se había suavizado. 

Y  la cosa no quedó ahí… a los pocos meses fue ¡ascendido!

(Dramatización basado en hechos reales)

Moraleja

Si demasiado has trabajado, en casa estarás cansado.

Cómo Consumes y Recuperas Tu Energía

Aún a riesgo de simplificar en exceso, podríamos decir que en referencia al problema que nos ocupa, nuestro cerebro tiene dos modos de funcionamiento: procrastinar y ejecutar.

El primero consiste en dejarse llevar haciendo lo que te apetezca de modo que tus pensamientos fluyan libremente. Es lo que haces cuando estás paseando por el parque o jugando con tus hijos y tu cerebro fluye de una idea a otra sin ningún tipo de resistencia. Este modo te carga las pilas pues por regla general, sino andas imbuido en alguna preocupación (ver este artículo para ver cómo evitar las preocupaciones), el dejarte llevar hace que tu cerebro descanse. En este modo buscas la gratificación inmediata viviendo el momento presente al 100% , que sin duda es una de las claves de la felicidad, aunque eso es materia para otro artículo (En este artículo puedes ver las pautas principales: Para vivir ahora y ser más feliz tienes que vaciar tu cabeza). O lo que es lo mismo, esto es lo que empezó a hacer Albert, el protagonista de la historia, cuando su pareja cambió sus horarios.

El segundo modo de funcionamiento es el «ejecutivo«, que es en el que pones el foco en resolver un problema y te esfuerzas en pensar, analizar, decidir y seguir trabajando en el asunto para ir avanzando. En este modo, pospones la gratificación y te esfuerzas para tener un premio en el futuro. Este otro modo es el que drena tu energía, es el que usas cuando estás trabajando. Por ejemplo, esto es los que haces cuando estás elaborando un informe, decidiendo que hacer con un correo, o resolviendo un problema con un cliente etc. Esto es lo que hace Albert y hacemos todos en el trabajo.

La Fuerza De Voluntad Es Finita

Esta energía toma el nombre de fuerza de voluntad o disciplina. La cantidad de fuerza de voluntad que tienes depende directamente de la cantidad de decisiones que hayas tomando, de modo que a más decisiones, menos fuerza de voluntad te quedará para posponer la gratificación y esforzarte en pensar (modo ejecutivo). A esto se le llama fatiga de la decisión (enlace en inglés).

Hay gran cantidad de estudios que identifican que ésta es cómo un músculo que se va cansando conforme avanza el día (a menos que cargues las pilas de algún modo). Para entenderlo fácilmente piensa que cada vez que tomas una decisión o haces un esfuerzo por auto-obligarte a hacer algo estás pagando una moneda. Así, conforme avanza el día te va quedando menos dinero en el monedero hasta que se agota.

Cuando te quedas sin saldo en tu cuenta de fuerza de voluntad:

Cualquier decisión o acción que sea distinta a lo que tu cerebro procrastinador te pide será casi imposible de tomar.

Por ejemplo, ir al gimnasio en vez de echarte en el sofá a descansar después de un día intenso.

Si Agotas Tu Energía En El Trabajo Te Conviertes En Un Cascarrabias

Al igual que le ocurre a Albert, muchos de nosotros trabajamos hasta que estamos cansados,  incluso agotados. Pero una vez llegados a ese punto, ya no hay vueltas atrás. Ya has agotado tu saldo de fuerza de voluntad y cualquier asunto que se te plantee se te hará cuesta arriba. No tendrás ganas de que te hablen en casa, no tendrás fuerzas para hacer la cena, no tendrás fuerzas para ayudar a los niños a hacer los deberes, será imposible ir al gimnasio … O cómo minino, te costará muchísimo.

El tema es más grave de lo que parece pues una vez que agotas tu saldo de energía, no es que te cuesto mucho hacer tareas «ejecutivas» (de las que requieren esfuerzo) sino que también te costará dar los pasos necesarios para realizar tareas de las que te carguen las pilas realmente: pasear, jugar con tus hijos, conversar con tu pareja… tu cerebro te pedirá dormir o algo equivalente como ver la tele, tírate en el sofá, etc.

En esencia si agotas toda tu energía:

Querrás hacer algo que no requiera pensar nada y todo lo que te saque de ese estado generará rechazo y mal humor por tu parte.

Si Quieres Equilibrar Trabajo y Vida Personal: Reserva «Energía» Para Casa

Esto es lo que le ocurrió a Albert de manera fortuita… al cambiar el horario de su pareja se vio obligado a salir del trabajo antes de estar agotado al tiempo que tenía que realizar tareas de las que cargan las pilas, cómo jugar y disfrutar de sus hijos.

Una de las técnicas de productividad que creo  que más impacto ha tenido en mi vida y que mayor sensación de bienestar me ha aportado, ha sido esa misma, dejar de trabajar antes de estar «cansado». Si lo haces los días parecen más largos, te acuestas menos cansado mentalmente y tu balance del día es mucho más positivo independientemente de lo bien/mal que haya ido la jornada laboral.

Así que si quieres tener tiempo de calidad en casa, incluso tener la capacidad de tomar la decisión de hacer algo que te cargue las pilas:

Vete a casa antes de estar cansado por completo:
Cuando sientas que te empieza a costar seguir trabajando, es el momento de cortar.

Si tienes un horario fijo, dosifica tu cansancio:

Si empiezas a sentirte cansado antes de tu hora de salir, selecciona tareas que requieran poco esfuerzo mental para ser resueltas y «ahorra» energía para casa.

Si tenemos que decidir qué es más importante, probablemente nos decantemos por la vida personal más que por el trabajo, pero aún así, si dejamos la cosa en empate:

No gastes toda tu energía en el trabajo simplemente por que es lo primero que ocurre en tu día

Son las 17:59 de un martes, y por mi parte, me marcho a casa ya con suficiente energía para mi vida personal ;-)

y tú, ¿Haces ya algo en esta línea?

Déjame un comentario con tus trucos para cargar las pilas a diario y no llegar a casa zombi.

5 comentarios

  1. Joaquín, puedo verificar todo lo expuesto en este artículo. Una gran decisión que he tomado ha sido no cambiar el horario demi ujer, sino el mio propio, a costa de las consecuencias y repercusiones en mi carrera profesional dentro del sector privado de la consultoría, y ha sido tomar reducción de jornada. Con esto produzco en todo al 100%, no llego a casa zombi, y recargo pilas con la familia en casa. Una gran decisión que ha hecho desaparecer al cascarrabias, aunque no me asciendan en el trabajo, que sí ya lo he hecho en casa.

  2. Muy inspiradora tu historia. Aunque creo que cortar antes de estar cansado no tiene que significar un descenso de resultado. Es más, creo que aumenta tu productividad. Otra cosa es lo que cuentas de la reducción de jornada y como se lo tomen los responsables de la empresa.

    Me alegra que hayas mejorado… Ese es el objetivo ;-)

  3. Hola.
    Excelnte artículo Joaquin, me siento identificado totalmente con la historia, hasta que decidí que las tareas laborales dejaran de consumirme energía. A hacerlas con otro anmimo, con predisposición.

    Asi mismo soy un aprendiz de GTD como metodo de productividad, con el que he conseguido controlar ma mayor parte del tiempo lo que voy a hacer, con lo que consumo menos energía y no estar esperando lo que me va a venir o improvisar.

    Mi consejo es que si estás en un trabajo que no te gusta, ya que los que gustan recargan las pilas, es aceptarlo e intentar interiorizar que el tiempo de realización de una tarea es «una cuesta abajo» y no una «cuesta arriba».

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