Aprende A Decir NO Sin Esfuerzo: Decide Qué Árboles Cortar

ArbolMe meto en demasiados charcos…, acabo haciendo lo de todos menos lo mío…, no me da tiempo a hacer todo…, suelen ser frases que muchos decimos frecuentemente. Otra frase típica que nos solemos decir es

Tengo que aprender a decir NO

Pero aunque muchos somos conscientes que tenemos un problema en este aspecto, no solemos tener éxito a la hora de solucionarlo. En mi caso, yo sufría este problema y poco a poco he ido consiguiendo paliarlo. En este post, voy a exponer las conclusiones a las que he llegado tras mucho luchar contra mi mismo para aprender a decir NO con las siguientes conclusiones:

  1. Decidir pensando, no por gustos/deseos: Si no nos paramos a pensar en nuestras prioridades y objetivos, nos guiaremos por los gustos/deseos y estos nos llevarán a meternos en más cosas de las que podemos abordar. Se trata de no talar los árboles que nos gusten, sino aquellos que decido talar.
  2. No usar la fuerza de voluntad sino ser conscientes de nuestros compromisos: No es cuestión de fuerza de voluntad, es cuestión de ser conscientes de los compromisos que adquirimos con nosotros mismos y decidir que parte del bosque quiero talar y que parte NO quiero talar.

Veamos estos puntos en detalle:

1. Decidir pensando, no por gustos/deseos

A la hora de decidir si nos embarcamos en un proyecto o si aceptamos una nueva tarea, solemos hacerlo sin pensar demasiado, pero con criterio. El criterio que solemos aplicar es si nos encaja el proyecto o tarea con nuestros gustos o deseos, pero por regla general no tenemos un criterio elaborado en esta línea.

Por ejemplo, supongamos que somos leñadores y que nuestra tarea consiste en cortar árboles todos los días.

Si cortamos árboles guiándonos por nuestros gustos, nos adentraremos en el bosque y talaremos aquellos árboles que sean grandes, fáciles de transportar, con buena madera, etcétera, es decir, aquellos que nos llamen la atención. Siguiendo esta pauta, si aparece otro leñador y nos dice «mira que árbol tan fantástico he encontrado, ¿me ayudas a talarlo?» será difícil resistirse o decir NO.

Sin embargo, si pensamos en nuestros objetivos, en lo que queremos conseguir, y decidimos que queremos construir una casa de madera en algún lugar del bosque, en primer lugar buscaremos una buena zona para la casa. Una zona cercana a un río, con buenas vistas, con un terreno llano, etc. Tras esto, comenzaremos a talar los árboles en esa zona con el objetivo de hacerle espacio para la casa. Además de talar para hacer hueco, también talaremos aquellos árboles con un grosor adecuado para construir las paredes, vigas de la casa, … y así poco a poco, iremos acercándonos a lo que queremos.

De esta forma, si pensamos cuáles son los árboles que quiero cortar y para qué quiero cortarlos, si aparece el compañero leñador diciendo «mira que árbol tan fantástico he encontrado, ¿me ayudas a talarlo?» será muy sencillo decir NO alegando que ese árbol no está en la zona de la casa o su madera no nos vale para construir la casa.

2. No usar la fuerza de voluntad, sino ser conscientes de nuestros compromisos

Aún así, normalmente no vamos a conseguir ser tan estrictos y no todo en la vida consiste en hacer sólo lo que nos aporta 100% a nuestros objetivos. Solemos tener muchos roles en nuestra vida que también queremos llevar adelante: empleado, pareja de alguien, padre/madre, mis hobbies, amigo,… en  y esto nos hace que queramos ayudar a otras personas a llevar sus prioridades adelante.

Por ejemplo, si el jefe de los leñadores nos pide que talemos un árbol, sería insensato y contraproducente negarnos alegando que no aporta a nuestro objetivo, pues al fin y al cabo, el leñador jefe es el que nos proporciona las herramientas y el salario para construirnos una casa tan fantástica.

Siempre hay y habrá muchas personas junto a nosotros que demandan nuestro tiempo y a las que queremos ayudar por distintos motivos. ¿Cómo podemos gestionar esto entonces? ¿Cómo saber cuando decir NO?

En mi experiencia el problema reside en que no somos conscientes de los árboles que aceptamos talar debido a las limitaciones del cerebro (leer más sobre las limitaciones del cerebro a la hora de gestionar trabajo pendiente) , pero cuando lo somos, es fácil decir «NO puedo talar ese árbol pues tengo otros muchos árboles importantes que talar y siendo realistas no voy a poder ayudarte«.

Por ejemplo, si nuestro leñador tiene como objetivo construir una casa de madera en un sitio genial, pero además quiere cumplir con los requerimientos de su jefe de conseguir buena madera, ayudar a sus compañeros con su tarea, incluso dedicar tiempo a pescar cuando acabe de talar, etc. tendrá que talar bastantes árboles, probablemente más de los que pueda abordar en un día.

Si nuestro leñador, atendiendo a todos esos requerimientos y deseos, elabora un listado de los 30 árboles que quiere cortar, empezará a ser completamente consciente del trabajo que tiene por delante y empezará a ser capaz de determinar en qué orden debería cortarlos. Así, si algún compañero le pide que le ayude a talar un árbol que es menos importante o urgente que los 30 ya acordados con otras personas, será fácil decir ahora NO, un poco más adelante, o no voy a poder ayudarte debido a que tengo estos 30 árboles que cortar.

Conclusiones

En conclusión, si queremos aprender a decir NO de manera sencilla sólo tenemos qué:

  1. Hacer un listado de proyectos/objetivos y revisarlo semanalmente: para ello deberías dedicar tiempo a pensar en tus objetivos y prioridades, para determinar que árboles te encajan y qué árboles no, siendo consciente de que siempre habrá más de los que puedas afrontar. Concretamente te recomiendo que tengas un listado de proyectos/objetivos y que lo revises semanalmente para asegurarte de que estás trabajando en las zonas del bosque que quieres.
  2. Hacer un listado de tareas y revisarla a diario: te recomiendo que hagas un listado de las tareas que quieres hacer (árboles que quieres cortar) y que lo revises cada día para decidir cuáles son los que vas a abordar. Además, cuando alguien aparezca con un árbol nuevo pidiéndote que lo cortes, decide si entra dentro de tus objetivos/proyectos o responsabilidades, y si entra, ponlo en la lista y córtalo cuando le toque, no cuando aparezca.

¿Qué técnicas/trucos usas tú para decir NO?

Por favor, ve un poco más abajo y ¡déjame un comentario con tus trucos!


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7 comentarios

  1. Muy interesante este artículo, siempre es importante decir no cuando toca, ya que si no se hace, el leñador que tiene um árbol fantástico seguramente te pedirá explicaciones de por qué no le ayudas. Para esto es muy bueno tener una planificación de tus objetivos / tareas VISIBLES para otros,ya que es mucho más fácil decir NO apoyándose en la planificación realizada. Y los demás te creen mejor cuando lo ven escrito que cuando simplemente le dices que no puedes.

  2. Gracias Antonio!!
    Coincido con lo que dices y además añadiría lo que yo llamo la regla IN-OUT. Los compañeros que te delegan trabajo no suelen recordar qué otras cosas te han delegado con anterioridad a no ser que sigan alguna metodología de productividad o gestión del tiempo. Esto implica que cuando te delegan trabajo no están haciéndolo pensando en que eres la persona con menos carga de trabajo, sino pensando en que eres la persona más indicada para hacerlo.

    Si cuando te delegan trabajo aplicas la regla IN-OUT: «entra una tarea prioritaria, sale otra tarea prioritaria» indicando a la persona que otra tarea(s) vas a poner en pausa para realizar la nueva o las otras que tienes que hacer que no puedes sacar (OUT), te aseguro que en muchos casos reaccionarán de manera positiva. Pero como bien dices, para esto es imprescindible controlar qué árboles son los que quieres cortar.

  3. Buenas tarde Joaquín y Antonio:

    El tema me parece muy interesante, y de hecho estoy de acuerdo en todo lo que comentáis. Sin embargo, os doy otra opinión adicional que aplico normalmente y me da resultado.
    Soy una persona que tengo el problema de no saber decir que no, y eso que lo he intentado. Al final he optado por lo siguiente:
    Observo que la mayoría de las veces la persona que te pide algo, no se ha molestado en afrontarlo el directamente, aun estando capacitado. Básicamente, es mas fácil y cómodo que te lo hagan. Y el resto, la minoría, ciertamente necesita ayuda. Pues lo que hago es lo siguiente, y asi me sirve de filtro directamente. Normalmente, le contesto que estoy hasta arriba y no puedo ponerme con ello, pero le suministro la fuente de donde puede conseguir obtener la información que necesita, y me ofresco a aclararle todo aquello que no entienda. El resultado es increíble:
    1.- Si el que lo pidió, quería no perder el tiempo y por comodidad te lo pidió, normalmente no se mas nada de el, puesto que seguro no se leyó la información, o se lo ha pedido a otro.
    2.- Si el que lo pidió realmente lo necesitaba, se lo leerá y te preguntará si le hace falta algo. Con esto ganamos dos cosa: uno que a esta persona le hemos ayudado mas de lo que imagina, ya que ha aprendido y dos, el tiempo que te quita para otras tareas urgentes, es bastante menos.

    CONCLUSION:
    – Los dos te dan las gracias.
    – Eliminas a los comodones.
    – No dejas otras tareas importante que si o si tienes que hacer.
    – Le has ayudado a aprender sobre el tema en cuestión.

    Bueno espero que te sirva para algo mi experiencia.

    Un saludo.

  4. Gracias por pasar por aquí Francis!! (tenemos que vernos en persona pronto ;-))

    Me parece perfecto tu comentario, es más creo que es un complemento muy necesario para la entrada de blog.

    Lo que más me gusta es lo que comentas del aprendizaje pues con esto también consigues que las siguientes veces no te necesiten para tareas similares.

    Otra técnica que suele utilizar mi equipo para evitar «los comodones» es pedir que la duda se apunte en una pizarra y a final de la jornada se resuelven todas las dudas. Resultado, el 99% de las dudas ya están resueltas al final de la mañana.

  5. saludos, me gustaria saber el listados de los arboles en veda es decir los que no se pueden talar, y el listado de los que se pueden talar

  6. Saludos,

    Qué interesante !

    A veces, el peso de decir NO, recae en su perpetuidad. Un NO por un segundo puede ser un NO para siempre, o tal vez para un demasiado tarde.

    La priorización de los acontecimientos deben estar sujetos a las decisiones actuales (SIes/NOes) , donde la decisión que has tomado abre nuevas decisiones, tal vez antes no contempladas y que te dan un billete de no retorno.

    Decir NO es fácil, lo difícil es saber a qué decir NO.

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